jueves, 20 de enero de 2011

LAS CONCESIONES Y EL ACAPARAMIENTO


Es simpático ver los acontecimientos en este país cuando se trata de distribuir o gozar los beneficios los de arriba, los días nefastos se convierten en fastos y las vacaciones se suspenden para dar las concesiones de los aeropuertos.
Yo no digo que sean malas las concesiones, pero el trato cuando se trata de distribuir hacia abajo se torna tortuoso y engorroso, se crean leyes cerrojos como la compra de tierras para los campesinos. Los poderosos gritan tan fuerte desde sus madrigueras como la televisión o las radios o la prensa escrita que manejan, cualquier cambio es casi imposible.

Las concesiones son buen negocio, distribuirán riquezas a muchos nuevos ricos por muchos años, y soy partidario de que los ricos deben ser los hombres, no el Estado. No lo veo como algo malo, tendrán los concesionarios sus propias influencias políticas, sus elites gobernantes, sus propios empleados fieles, pero no seamos cínicos, también aminoremos esta injusticia estructural del acaparamiento y distribuyamos también la riqueza hacia abajo, porque esto es prioritario y una deuda histórica de los políticos paraguayos.

En ese contexto, el Dr. Lanceta tiene un proyecto de ferrocarril con un sistema de cooperativas, pero como el tema es para distribuir hacia abajo, a nadie le interesa, quedó para las calendas de Homero. Qué lindo sería un ferrocarril desde la frontera con Bolivia, que pase por Asunción, Villarrica, Ciudad del Este y Encarnación. Este proyecto es tan importante porque los ferrocarriles mejoran la productividad, por el bajo costo que tienen, pero los grandes intereses, que afectan a los amigos de empresas constructoras de rutas y empresas de transporte dificultan. Pero esto puede traer grandes progresos a Paraguay y Bolivia, desarrollará todo el Gran Chaco, y el flujo de personas y mercaderías será intenso.

La Iglesia optó por los pobres alguna vez, pero hoy giró a la derecha. Tiberio Graco vivió más o menos 164 años antes de Cristo y sentenció en un viaje a España: “Las bestias salvajes tienen su guarida donde poder retirarse y los que vierten su sangre por defender a Roma no tienen más que la luz, el aire que respiran. Sin domicilio fijo, andan errantes por todas partes con sus mujeres y sus hijos. Combaten y mueren solo para mantener la opulencia y el lujo de otros. Se los llama el dueño del mundo, y no son propietarios de un palmo de tierra.” Y Tiberio no era ni cristiano, hasta los paganos se inquietaban pero hoy los mismos problemas tienen nuestros hijos, hermanos y padres.

Franklin Delano Roosevelt pronunció un discurso el 27 de junio del año 1936, en la convención de Partido Demócrata contra los conservadores de entonces, y dijo una frase muy elocuente: “los resortes de la vida política son controlados por dinastías de nuevo cuño, y un nuevo despotismo por la concentración de los medios de producción ha matado las libertades, sobre todo a la libertad de llegar a un mínimo de bienestar, porque realmente un hombre necesitado no es un hombre libre”. Cito esto no por mero afán de exageración sino para demostrar que la cuestión no pasa por las ideologías, sino por un mínimo de justicia ante tanta violencia estructural, y nos quejamos de las muertes en las calles y no hacemos nada, San Pablo sentencio muy sabiamente la obra de la justicia será la paz, no existe otro camino.

Esto es la selva, el libre mercado se debe construir, no existe naturalmente, se debe construir sus pilares fundamentales como la competencia y la propiedad. El acceso a la tierra debe ser posible, no solamente el 6 u 8 % de la población puede acapararla en perjuicio de 95 % de la población la tierra y es tan importante como hacer aeropuertos, sobre todo estas concesiones en qué condiciones se da si se va respetar el principio de la competencia o va ser una concesión en condiciones monopólicas o de privilegios para unos pocos, hipotecando el futuro.

Luis A. Traversi
20 de Enero de 2011 08:06

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